Así se divertían y vivían los emiratíes antes de la Dubái moderna
8 de mayo de 2025
Copiar enlace
Fuentes
38
Mostrar fuentes en el texto
Novotel-dubai-world-trade-centre
Bookmybooking
Forevertourism
Focus Hidubai
Travelsaga
Twocontinents
Dxboffplan
Arabianbusiness
Experience
Archive Aramcoworld
Dxbnewsnetwork
Dxbnewsnetwork
Uaestories
Uw360
Qatarmarine
Mexicohistorico
Agulhasocean
Gradesfixer
Khaleejtimes
Travelsaga
Resources Enwwf
Propertyfinder
Dubaiasitusedtobe
Magnumphotos
Dubaiexiles
En Wikipedia
Magzoid
Artsandculture Google
Landsurvival
En Wikipedia
Nla
Britannica
En Wikipedia
Alwaslsc
Faris7b Weebly
En Wikipedia
Aithor
Astrosafe
Imagina Dubái antes de los imponentes rascacielos y las bulliciosas autopistas. Imagina un paisaje definido por las vastas arenas del desierto y las brillantes aguas del Golfo Pérsico 
[13]
[19]. Esta era la realidad de la época de los Estados de la Tregua, mucho antes de la formación de los Emiratos Árabes Unidos en 1971 
[28]
[33]. La vida era más sencilla entonces, profundamente conectada con el entorno, con comunidades que dependían de los recursos del desierto y la riqueza del mar [13][19]. El Dubai Creek no era solo una vía fluvial; era el corazón de la comunidad, un centro para la pesca, la recolección de perlas y el comercio 
[11]. En este entorno, las actividades físicas no eran simplemente 'deportes' como los conocemos hoy; eran habilidades esenciales entretejidas en el tejido de la supervivencia, la cultura y la vida comunitaria 
[3]
[7]
[2]. Esta época también vio los primeros indicios sutiles de influencia externa, particularmente de la presencia británica 
[24]
[29][33]. Exploremos el singular panorama deportivo de Dubái antes de la formación de los EAU, profundizando en las tradiciones beduinas, las habilidades marítimas y la temprana llegada de los deportes occidentales.
La vida en las arenas: Deportes y juegos beduinos tradicionales
El exigente entorno desértico fue el crisol que forjó el modo de vida beduino tradicional en lo que hoy son los EAU [13][7]. La supervivencia dependía de dominar habilidades específicas, comprender el duro terreno y aprovechar al máximo los escasos recursos [7][13]. Es fascinante cómo muchos juegos beduinos tradicionales evolucionaron directamente de estas técnicas vitales de supervivencia, convirtiéndose en partes apreciadas de su herencia cultural e interacciones sociales 
[4][7]. No eran solo juegos; eran tradiciones vivas transmitidas de generación en generación, que entrenaban a los jóvenes y unían a las comunidades para las celebraciones [3]. Encarnaban la fuerza, la pericia y los valores del pueblo beduino, conectándolos con su pasado [3].
Cetrería (Al-Bayzarah)
La cetrería, o Al-Bayzarah, es quizás el deporte tradicional más icónico, con raíces que se remontan a siglos, posiblemente incluso 2000 años [4]
[18]
[36]. Inicialmente, no era un deporte, sino un método de caza vital utilizado por los beduinos para encontrar comida en el desafiante paisaje desértico [4]
[20][36]. Los halcones, apreciados por su increíble vista y velocidad, eran entrenados expertamente para cazar presas como la avutarda hubara y las liebres [4][36]. Históricamente, los cetreros capturaban aves migratorias, las domesticaban y las entrenaban meticulosamente para la caza, un proceso que exigía inmensa paciencia, habilidad y disciplina 
[6][18]. Más allá de la mera supervivencia, la cetrería se convirtió en una práctica muy respetada, que simbolizaba el orgullo, el honor, el coraje y la paciencia dentro de la cultura árabe [4][20]. Se arraigó profundamente en la identidad tribal, un modo de vida discutido durante las reuniones nocturnas [36]. Los cimientos de la cetrería como piedra angular cultural se establecieron firmemente mucho antes de que surgieran las competiciones modernas 
[32].
Carreras de camellos
Los camellos, los legendarios "barcos del desierto", eran absolutamente esenciales para la existencia beduina antes de 1971 [13][18]. Proporcionaban transporte, leche, comida e incluso eran un símbolo de riqueza [13][18]. Dado su papel central, no es de extrañar que las carreras de camellos se convirtieran en un importante deporte tradicional [3][18]. En sus inicios, las carreras solían ser eventos informales, celebrados durante ocasiones especiales como bodas, festivales o cuando los jeques visitaban las comunidades beduinas [20][36]. Estos eventos eran vibrantes celebraciones del espíritu comunitario y la identidad beduina [3][20]. Preparar un camello de carreras era un asunto serio, que implicaba dietas especiales y un entrenamiento dedicado, tratando a estos animales como verdaderos atletas [18][36]. Aunque las carreras a gran escala de hoy en día con jinetes robot son una evolución moderna [3][36], la tradición de las carreras de camellos por deporte y celebración tiene profundas raíces que se remontan a la era pre-federación [18][24].
Otras actividades del desierto
A menudo acompañando a los cetreros estaban los salukis, una de las razas de perros más antiguas conocidas [7][36]. Estos rápidos y leales perros de caza eran entrenados por las tribus del desierto para perseguir presas [7]. Los salukis árabes eran famosos por su asombrosa velocidad, capaces de alcanzar hasta 65 km/h, lo suficientemente rápidos como para atrapar gacelas [7]. Es probable que las carreras de salukis como deporte evolucionaran a partir de estas prácticas de caza tradicionales, honrando la importancia histórica de estos perros en la vida beduina [7][20]. Los caballos, especialmente la resistente raza árabe bien adaptada al desierto, también eran muy valorados [18]. Desempeñaron papeles cruciales en el transporte y potencialmente en conflictos tribales antes de la llegada de los vehículos modernos [20]
[22]. Aunque las carreras de caballos con grandes premios son más recientes [2][18], la profunda conexión cultural con los caballos y la equitación era innegablemente fuerte en aquel entonces [4][20]. Puedes imaginar fácilmente carreras informales y exhibiciones de destreza ecuestre siendo comunes dentro de las comunidades tribales [32]. También existían otros juegos tradicionales, que a menudo reflejaban la vida diaria o ponían a prueba habilidades 
[35]. Aunque los registros específicos para Dubái antes de 1971 son limitados, las actividades comunes en el Golfo probablemente incluían formas de tiro con arco (históricamente vital para la caza y la defensa [4]) y quizás juegos grupales como Al Mareihan o juegos de cartas como Al-Baloot durante las reuniones sociales [35]
[38]. Estos deportes tradicionales eran expresiones fundamentales del patrimonio, construyendo comunidad y preservando habilidades esenciales [2][3][7].
Ecos de las olas: Patrimonio marítimo y cultura física
Mucho antes de que el petróleo remodelara su destino, la identidad misma de Dubái estaba ligada al mar [11][13]
[21]. Al igual que otras comunidades costeras en los Estados de la Tregua, Dubái dependía en gran medida del Golfo Pérsico para la supervivencia y el comercio [13]
[27]. Durante siglos, la pesca y, fundamentalmente, la recolección de perlas constituyeron la base de la economía local [11]
[12][13][19]. Esta profunda conexión con el agua nutrió un rico patrimonio de habilidades marítimas, tradiciones y actividades físicas que fueron los precursores de los deportes acuáticos actuales [4][27]. El mar no era solo un recurso; moldeó la cultura física de las personas que vivían en sus costas 
[16][27].
Buceo de perlas (Al-Ghaus) - Más que una profesión
El buceo de perlas, o Al-Ghaus, fue la industria dominante en Dubái y el Golfo durante generaciones, especialmente durante los siglos XIX y principios del XX 
[9][13]
[14][21]. Esta exigente profesión se llevaba a cabo principalmente en verano, cuando las aguas eran más cálidas 
[15][21]. Los hombres se embarcaban en largos viajes, que a veces duraban hasta cuatro meses, a bordo de los tradicionales dhows de madera [13][21]. El desgaste físico de los buceadores, los ghawwas, era inmenso [9][21]. Realizaban numerosas inmersiones libres cada día, alcanzando a menudo profundidades considerables y conteniendo la respiración durante tiempos impresionantes, a veces hasta dos o tres minutos [13]
[17][21]. Los buceadores dependían de un equipo básico pero esencial: una pinza nasal (fitaam), protectores para los dedos, una cuerda con peso para el descenso, una línea de vida al barco, un cuchillo y una cesta (dadjin) para recolectar ostras [14][15][21]. Los buceadores más hábiles podían sumergirse hasta 26 metros de profundidad [14]. Aunque no era un 'deporte' en nuestro sentido moderno, el buceo de perlas exigía una extraordinaria condición física, capacidad pulmonar, resistencia y puro coraje [9][27]. Las habilidades desarrolladas durante generaciones –natación, buceo, control de la respiración, resiliencia– se convirtieron en parte integral de la cultura física costera [16]. La experiencia compartida de estos largos y arduos viajes también forjó fuertes lazos comunitarios [16][27]. Este increíble legado se honra hoy en eventos como la Regata de Dhows Al Gaffal, que conmemora el regreso (Al Gaffal) de las flotas perleras 
[1]
[8].
Habilidades de navegación en dhow y pesca
El dhow, el icónico barco de vela tradicional de madera, era el caballo de batalla del Golfo, esencial para la recolección de perlas, la pesca y el comercio [1]
[10][13][27]. Construidos con técnicas ancestrales, estos barcos son poderosos símbolos del patrimonio marítimo emiratí [3][13][27]. Aunque las regatas formales de dhows como Al Gaffal se establecieron mucho más tarde (1991) [1]
[5], las habilidades necesarias para navegar y manejar estos barcos estaban muy refinadas y valoradas mucho antes de 1971 [10][18]. Es casi seguro que se realizaban regatas informales y pruebas de pericia marinera entre las tripulaciones de los dhows, quizás espontáneamente o durante festivales [4]. Imagina la habilidad y el esfuerzo físico necesarios para navegar y maniobrar estos grandes barcos, con tripulaciones que a menudo dependían puramente de la fuerza muscular para izar las enormes velas [8][10]. Curiosamente, las rutas utilizadas por los dhows perleros al regresar a casa han inspirado los recorridos de las regatas modernas [1][8]. La pesca también era fundamental para la supervivencia diaria en las comunidades costeras [13][15][27]. Los métodos tradicionales incluían trampas como Al-Hadhrah (cercados de hojas de palma) o Al-Maskar (estructuras de piedra que utilizaban las mareas) [15]. Atrapar los peces a veces requería herramientas como una barra de hierro (Nira) o redes (Sahila) [15]. Aunque quizás menos intenso físicamente que el buceo, la pesca exigía conocimiento del mar, habilidades de manejo de embarcaciones y trabajo físico [15]. Juntos, el buceo de perlas, el manejo de dhows y la pesca eran la esencia de la vida costera en el Dubái anterior a 1971, exigiendo destreza física e inculcando una cultura marítima única [11][13][4][27].
Nuevos horizontes: El amanecer de la influencia deportiva británica
La relación entre la región que se convertiría en los EAU y Gran Bretaña se remonta a principios del siglo XIX [24][29]. Tratados como el Tratado Marítimo General de 1820 y la Tregua Marítima Perpetua de 1853 llevaron a que la zona fuera conocida como los Estados de la Tregua [32][33]. Más tarde, el Acuerdo Exclusivo de 1892 convirtió efectivamente a los jequedatos, incluido Dubái, en protectorados británicos, poniendo las relaciones exteriores y la defensa bajo control británico [24][32][33][35]. Esta presencia británica, principalmente administrativa y militar, duró hasta 1971 [28]
[31][35]. Naturalmente, este largo período vio la introducción de la cultura británica, incluidos sus deportes, en la escena local [18]
[23].
Introducción de los deportes occidentales
Aunque los deportes tradicionales emiratíes predominaban culturalmente, la presencia británica trajo deportes occidentales como el críquet y el fútbol, inicialmente para la recreación del personal británico destinado allí [18][23]. El críquet, por ejemplo, tiene raíces que se remontan al personal militar británico durante la guerra, quienes instalaron campos cerca de las bases aéreas en Sharjah 
[30]. Después de la guerra, los expatriados continuaron utilizando estas instalaciones, lo que llevó a partidos amistosos entre residentes de Sharjah y Dubái [30]. El fútbol también se introdujo, probablemente a través de canales similares, y su popularidad creció constantemente con el tiempo [18]. Aunque las asociaciones de fútbol formales y las selecciones nacionales llegaron después de 1971 [18][32]
[37], las semillas se plantaron durante este período británico anterior.
Primeros clubes, instalaciones e interacciones
A medida que crecía la comunidad expatriada, en gran parte británica, también lo hacía la necesidad de lugares para socializar y practicar deportes [23]. El Dubai Country Club (DCC), establecido oficialmente en 1971 pero probablemente activo informalmente antes, es un ejemplo clave [23]. Basado en el modelo del "Club Británico", inicialmente sirvió a expatriados europeos, ofreciendo vida social y deportes [23]. Su campo de golf de arena se convirtió en una gran atracción, especialmente para los hombres que se quedaban durante los calurosos veranos [23]. Este primer campo fue crucial para establecer el golf en Dubái, llegando incluso a albergar exhibiciones con golfistas profesionales en la década de 1970 [23]. El DCC también apoyó el squash, el tenis, el bádminton y el snooker [23]. El rugby también echó raíces temprano, con el club Dubai Exiles surgiendo de partidos informales de expatriados 
[25]. Para 1970, los Exiles jugaban contra equipos militares británicos y nuevos clubes en Abu Dabi [25]. Sorprendentemente, el primer torneo Dubai Rugby Sevens comenzó en 1970, sentando las bases para el gran evento internacional que es hoy [25]. También hubo primeras interacciones deportivas entre expatriados y locales. Equipos como Al-Zamalek (precursor del Al Wasl SC, fundado en 1960) supuestamente jugaron partidos contra equipos de expatriados en la década de 1960 
[26]
[34]. La participación de miembros de la familia gobernante, como S.A. el Jeque Ahmed bin Rashid Al Maktoum y S.A. el Jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum con Al-Zamalek, destaca el creciente interés local, especialmente en el fútbol [26]. Así, mientras los deportes tradicionales seguían siendo centrales, la presencia británica introdujo deportes occidentales organizados y los primeros clubes, preparando el escenario para el crecimiento futuro [23][25][26][30].
Legado de la era pre-federación
Al mirar hacia atrás a Dubái justo antes de la formación de los EAU en 1971, vemos una mezcla fascinante en su panorama deportivo. Por un lado, estaban las actividades tradicionales profundamente arraigadas nacidas del desierto y el mar [13][7][27]. Por otro, las semillas de los deportes occidentales, introducidas principalmente a través de la presencia británica, comenzaban a brotar [18][23][30]. Las habilidades tradicionales perfeccionadas durante siglos –la paciencia de la cetrería, la resistencia exigida por el manejo de camellos y el buceo de perlas, la maestría en la navegación de dhows– no desaparecieron sin más [4][18][27]. Siguen siendo partes vitales de la identidad cultural emiratí actual, celebradas y preservadas [2][3][7][8]. Al mismo tiempo, la temprana introducción de deportes como el fútbol, el críquet, el rugby y el golf, junto con el establecimiento de los primeros clubes e instalaciones rudimentarios, creó una base [23][25][26][30]. Esta exposición temprana, que inicialmente atendía principalmente a expatriados pero involucraba cada vez más a los locales, allanó el camino para el rápido desarrollo y diversificación de los deportes en Dubái después de la formación de la federación [23][26][34]. Comprender esta mezcla única de tradición perdurable e influencia global naciente es absolutamente clave para apreciar cómo Dubái se convirtió en el centro deportivo internacional que es hoy. El espíritu forjado en las arenas y las olas, combinado con una apertura a nuevos horizontes, definió verdaderamente esta era fundacional.
Pruébalo gratis