El EBP básico generalmente ofrece una cobertura limitada o nula para el cuidado rutinario de la visión, como exámenes de la vista para gafas o las propias gafas/lentillas. Es más probable que cubra diagnósticos y tratamientos médicamente necesarios para enfermedades o lesiones oculares. Los planes de seguro mejorados o privados suelen ofrecer mejores beneficios de visión, pero, de nuevo, los detalles varían enormemente. Las visitas a un oftalmólogo por un problema médico generalmente están cubiertas como cualquier otra visita a un especialista (sujeto a copagos, deducibles, etc.). Los exámenes oculares de rutina podrían estar cubiertos, pero a menudo con límites de frecuencia (por ejemplo, una vez cada año o dos). La cobertura para gafas (monturas, cristales) frecuentemente está restringida, a menudo con un sublímite sobre cuánto puedes reclamar. Las cirugías médicamente necesarias como la extracción de cataratas suelen estar cubiertas, aunque normalmente se necesita una autorización previa.